jueves, 19 de marzo de 2009


Un silbido perenne

una sonrisa tímida,

unos ojos capaces

de captar los detalles,

un corazón enorme

que se ahoga de amor,

el gusto por lo simple

la expresión exquisita,

y unas manos prodigiosas

que nos cuentan tu alma.

Ese eres tú, Papá.

¡Feliz Día!

Marcelo y Marina