jueves, 19 de marzo de 2009


Un silbido perenne

una sonrisa tímida,

unos ojos capaces

de captar los detalles,

un corazón enorme

que se ahoga de amor,

el gusto por lo simple

la expresión exquisita,

y unas manos prodigiosas

que nos cuentan tu alma.

Ese eres tú, Papá.

¡Feliz Día!

Marcelo y Marina

2 comentarios:

Beatriz dijo...

Hay momentos en los cuales uno se siente realmente gratificado, feliz, y agradecido por existir. Acabo de leer unas palabras que mis hijos me dejaron por el día del padre.Y aquí es donde me quedo sin poder expresar con palabras lo que siento... pero, por otra parte me parece que ellos adivinan lo que me sucede en estos casos.Solo les diré que he sentido esa cosquilla por la nuca...Gracias.

Marina dijo...

De nada viejito... ¡bien merecidas las palabras y si, adivinamos (o sabemos) lo que te pasa! Muchos besos!!!